14 feb 2011

Con mis demonios...

Hoy decidí olvidar mis enojos,
mis nostalgias,
todas esas ideas que convergen
y se me atoran en la garganta.

Les dije adiós,

las despedí,
les di la bendición,
y las mandé a la chingada.

A solas, llegó la locura

y me dijo:
-Loca, ¿De verdad quieres hacerlo?-
Vino mi diablo
y me susurró al oído:
cállate, ya déjalo así, vente conmigo…

Llegó la ingenuidad, y me gritó: -INGENUA-

Se me apareció la sinceridad y me dijo:
- ¡No mames! Ya no seas cursi, dramática.

Y la paciencia,

tras suspirar largamente
así me habló:
Tranquila, ya se fueron,
aquí sólo nos quedamos sin más silencios.
¡Anda! Aprende,
habla conmigo en tu hombro derecho,
con la hermana sinceridad en tus labios
y con la madre elocuencia en la mente.

Tus demonios siguen vivos, ¡ámalos!

Rondan, son errantes,
vienen y van;
tan pronto quieren,
tan pronto dejan de querer.

Si soy loca, pero eso no significa que no aprenda.

A solas conmigo, recuerdo un tigo sin mí.
Y me fascina.
Pienso en un nosotros,
me aterro,
me vuelvo fría y taciturna.

¿Y si hoy te digo que no te quiero?

¿Y si mañana, me deja de importar el mundo para fundirme en tu pecho?
¿Y si pasado mañana olvido mi cuento?
¿Y en una semana me voy de aquí?
¿Y si regreso?
¿Y si desaparezco en los abismos del pensamiento?...

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